¿Son peligrosos los científicos?

Por Antonio Trejo

México, DF. 20 de febrero de 2015 (Agencia Informativa Conacyt).- La imagen del científico que posee un cerebro brillante y un corazón malvado, que crea en su laboratorio artefactos y substancias con potencial destructivo y mortal, se ha reproducido incesantemente en libros y trasladado a películas, series de televisión y hasta videojuegos, para convertirse en un mito que la opinión pública vincula con una supuesta realidad.

En este sentido, uno de los resultados de la Encuesta Nacional sobre la Percepción Pública de la Ciencia y la Tecnología en México 2011 (Enpecyt), presentada en 2013, reveló que la sociedad mexicana atribuye a los investigadores científicos “un poder que los hace peligrosos", al menos así lo expresó 50.1 por ciento de los encuestados.

La encuesta fue un esfuerzo realizado en conjunto por el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) y Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), que se aplicó en 3 mil 200 viviendas distribuidas en 32 zonas urbanas del país.

En opinión del novelista, escritor de ensayos y divulgador científico, José Gordon, además de la influencia negativa del mito creado por libros y películas, el temor hacia los científicos y las consecuencias de sus investigaciones, se derivan hoy en día de una deficiente o nula labor de comunicación pública de la ciencia.

“Necesitamos que los relatos de la ciencia se conozcan más, yo creo que es un problema de exposición y falta de claridad para dar a conocer la aventura del conocimiento. Esa desconfianza en los científicos y la idea de que son peligrosos es simplemente porque no se conocen a los referentes de la ciencia”, afirma el guionista y conductor de las cápsulas televisivas Imaginantes.

“Cuando uno descubre que nuestros grandes científicos mexicanos no son personajes fríos, que son en realidad gente apasionada, que sueña con ecuaciones integrales, cambia totalmente la percepción”.

Y agrega: “La ciencia es un mundo maravilloso que cuando no es comunicada en forma correcta nos deja la sensación de ser fría, abstracta y hasta peligrosa: asociar a la ciencia sólo con los peligros de las armas nucleares es perderla como fuente de conocimiento que nos permite abordar problemas como el H1N1, donde gracias a la ciencia se pudo no solo combatir la epidemia de influenza, sino la epidemia del miedo”.

Además de los avances en el área de la salud, existen miles de ejemplos para comunicar con creatividad el impacto positivo de la ciencia y la tecnología en la vida cotidiana de todos, dice el también periodista cultural, y cita como ejemplos la telefonía celular con GPS, internet, automóviles híbridos y tabletas electrónicas.

Para concluir, José Gordon celebra el esfuerzo de comunicación pública de la ciencia que el Conacyt ha emprendido mediante su agencia informativa. “Yo felicito a todos los involucrados en esta maravillosa labor de comunicación, el ejercicio del periodismo científico es un proceso apasionante, estoy seguro que sus resultados serán una fuente de conocimiento, imaginación y deslumbramiento para todos los mexicanos”.

 



Agencia Informativa Conacyt

 

¿Están por agotarse los yacimientos de petróleo?

Por Antonio Trejo

Según datos de la Agencia Internacional de la Energía, en 2005 la producción mundial de petróleo alcanzó su punto máximo. Esta información ha sido empleada desde entonces para sustentar la idea de una “crisis energética mundial”, debido también al desafío tecnológico –y económico- que representan las perforaciones en aguas profundas.

Otro argumento que abona a este panorama catastrofista es que la investigación y desarrollo de fuentes alternativas de energía desplazarán, en menos de una década, el consumo de petróleo y sus derivados como combustibles.

En México la exportación de petróleo representa la principal fuente de divisas. Tan solo en 2014, los ingresos por la comercialización en el extranjero por parte de Petróleos Mexicanos (Pemex) alcanzaron 35 mil 856 millones de dólares. Para este año la producción de petróleo crudo de Pemex se prevé en 2 millones 400 mil barriles por día y la de gas natural en 5 mil 700 millones de pies cúbicos diarios.

Para el investigador Juan Carlos Chavarría Hernández, adscrito a la Unidad de Energía Renovable del Centro de Investigación Científica de Yucatán (CICY), ni las cifras oficiales ni los informes internacionales pueden estimar cuándo se agotarán los yacimientos en México.

“En el caso nacional, evidentemente las reservas han disminuido. No es tan fácil saber la disponibilidad que tendremos en un futuro, porque las reservas se catalogan en probadas y probables. Entonces no hay mucha certidumbre, las cifras oficiales no nos pueden dar una certidumbre total para saber hasta cuándo podremos tener petróleo como fuente de energía”, explicó.

Pemex estima que el recurso prospectivo o potencial -volumen de hidrocarburos no descubierto aún-, puede alcanzar un volumen de 52.3 miles de millones de barriles de petróleo crudo equivalente.

Tan sólo en la Cuenca de Burgos, que se extiende a través de Tamaulipas, Nuevo León y Coahuila, se han descubierto importantes yacimientos de petróleo y gas. En 2012, Pemex anunció dos nuevos yacimientos de petróleo en las aguas profundas del Golfo de México. Se estima que en su conjunto, la Cuenca de Burgos aumentaría el potencial del sistema petrolífero localizado en el noreste del Golfo de México de 4 mil a 13 mil millones de barriles.

“Por otro lado está el asunto de que se continúan explorando algunos yacimientos, está el asunto de la explotación en aguas profundas, que se sabe que ahí hay muchos recursos pero como hemos escuchado, son de difícil acceso y se requiere de tecnología sofisticada para poder explotarlos”, agregó el investigador.

El investigador del CICY considera que el desarrollo de tecnologías resolverá en un futuro la demanda de fuentes de energía limpia, barata y accesible. En el caso de la aviación, las investigaciones que apuestan por el uso de hidrógeno o energía solar aún son incipientes, por lo que se requiere de una fuente de energía que ofrezca una solución en el corto plazo.

“La industrial de la aviación requiere de un combustible de transición entre lo que tenemos actualmente, que es turbosina de origen petrolífero y los aviones que en largo plazo funcionarán con energía solar; requerimos de un combustible de transición, justamente en este caso sería la bioturbosina”.

 



Agencia Informativa Conacyt

 

¿Causan las vacunas autismo?

Por Antonio Trejo

En 1998 la revista científica The Lancet publicó un artículo del doctor británico Andrew Wakefield, en donde se vinculaba a la Vacuna Tripe Viral –empleada en la inmunización contra el sarampión, la parotiditis (paperas) y la rubéola desde hace 40 años– con el autismo, ese conjunto de trastornos neurológicos que afectan, de forma grave y permanente el desarrollo de millones de personas.

“Wakefield publicó ese artículo que resultó ser un fraude, sin resultados concluyentes ni bases científicas, así surgió el mito que asociaba a las vacunas con el autismo, pero ya se ha demostrado extensamente que eso no es verdad”, aclara la doctora Laura Palomares Aguilera, investigadora del Instituto de Biotecnología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

A pesar de que investigaciones clínicas realizadas en forma independiente demostraron que las afirmaciones de Wakefield adolecían de cualquier base científica, el mito continúa propagándose y actualmente existen en el extranjero grupos organizados de padres que se proclaman “anti-vacunas”, que deliberadamente deciden no inmunizar a sus hijos.

En Estados Unidos las autoridades de salud registraron 644 casos de sarampión en 2014, la cifra más alta en los últimos 20 años para una nación que en 1990 presumía la erradicación de esa enfermedad.

“Lamentablemente existen también movimientos que promueven exclusivamente el consumo de productos orgánicos y naturistas, pero que están mal informados y piensan que cualquier cosa que no sea natural y orgánica puede causar daño”, agrega la doctora Palomares.

Afortunadamente, dice la especialista, las campañas de vacunación y la información difundida por el sistema de salud mexicano han alcanzado éxitos sin precedentes. “En nuestro país tenemos muy claras las ventajas de las vacunas y prácticamente tenemos una de las coberturas más altas en el mundo, nuestros cuadros de vacunación son de los más completos, somos un ejemplo a nivel mundial en cuanto al número de vacunas que se aplican gratuitamente a los niños”.

La Cartilla Nacional de Vacunación garantiza la cobertura contra 15 enfermedades prevenibles. La propia Secretaría de Salud especifica que la eficacia de la vacuna contra las enfermedades depende de la cepa y de la concentración de virus que contiene el antígeno; para sarampión es entre 95 y 100 por ciento; para rubéola, del 98 al 100 por ciento y para parotiditis va del 90 a 98 por ciento.

La desinformación generada por el mito que vincula a las vacunas con el autismo puede afectar permanentemente el desarrollo de un menor y crear un problema de salud pública, advierte Palomares. “Que los padres no duden en vacunar a sus hijos, los riesgos de una vacuna son ínfimos si pensamos en los beneficios. Yo espero que estos movimientos mal informados no impacten ni tengan resonancia en México”.

 



Agencia Informativa Conacyt

 

Las neuronas nunca se regeneran

Por Antonio Trejo

Hasta hace unos años se creía que las células cerebrales del ser humano desaparecían en forma irremediable y progresiva, como parte del proceso natural de envejecimiento. Esta idea –totalmente errónea– suponía que cada ser humano nacía con una cantidad limitada de neuronas que perdía con la edad o por la influencia dañina de factores externos tan inverosímiles como duchas con agua demasiado caliente o periodos prolongados de insomnio.

Hoy está científicamente demostrada la capacidad de neurorregeneración en zonas específicas del cerebro, en áreas directamente vinculadas con la memoria y el aprendizaje, gracias a un estudio realizado recientemente en Europa –y publicado por la prestigiosa revista Science–, donde se demostró que el cerebro de un adulto tiene la capacidad de generar nuevas células cerebrales.

Esta capacidad del cerebro humano se relaciona con el fenómeno llamado “plasticidad sináptica cerebral”, que consiste en la generación de un estímulo eléctrico en las neuronas para que éstas activen el mecanismo de neurorregeneración.

 



MCT Noticias

 

¿Usamos sólo el 10 por ciento de nuestras neuronas?

Por Antonio Trejo

dapsona02La afirmación de que el ser humano utiliza sólo el 10 por ciento de las neuronas se le atribuye al célebre científico Albert Einstein y ha sido replicada hasta la saciedad, aunque no existe evidencia de que el físico alemán la hubiese pronunciado jamás.

“Decir que usamos el 10 de nuestras neuronas es una mentira, un mito que viene propagándose desde hace mucho tiempo, por un estudio difundido en los años 50 y que fue mal interpretado”, dice a MCT Noticias el neurocientífico mexicano Luis Camilo Ríos Castañeda.

Las neuronas trabajan con dos fases –explica el especialista- una de ellas es la  inhibitoria, donde aparentemente las neuronas no tienen actividad aunque en realidad trabajan a un nivel metabólico, sin descargar ni transmitir impulsos eléctricos. En la segunda fase -llamada de excitación- las neuronas entran en actividad visible.

“En una persona sana, el 90 por ciento de las neuronas están trabajando en la fase metabólica de inhibición, sin disparar potenciales eléctricos, por eso se ve poca actividad, pero esa es toda la que necesitamos”.

¿Qué pasaría si el 100 por ciento de las neuronas de un individuo procesaran y descargaran información al mismo tiempo? Para el especialista la respuesta es muy simple: lejos de convertirse en un ser superdotado con habilidades intelectuales y físicas extraordinarias, la persona “sufriría movimientos incontrolables antes de perder el sentido y eso es una convulsión”.

 



MCT Noticias

 

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