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Científicos mexicanos desarrollan biomarcadores para detección de cáncer

Por Maru Molina

México, DF5 de enero de 2015 (Agencia Informativa Conacyt).- A partir de estudios en la genética de las mujeres mexicanas buscan desarrollar un biomarcador (sustancia que indica una alteración biológica) para la detección temprana de cáncer de mama.

El líder de este trabajo de investigación es el doctor Rodrigo Rubí Castellanos. El proyecto se lleva a cabo en el laboratorio de genética del Centro Investigaciones Regionales Doctor Hideyo Noguchi, de la Universidad Autónoma de Yucatán (UADY).

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“A nivel mundial, el cáncer de mama representa el tumor maligno más frecuente y la principal causa de muerte entre mujeres. Por grupo poblacional, la mujer caucásica presenta mayor tasa de incidencia de este cáncer, y ciertos grupos nativos de América del Norte y de Corea los más bajos”, explicó el especialista.

Dijo además que por zona geográfica, en Estados Unidos no se reporta variación significativa entre regiones; de manera contraria, en México se perciben tasas mayores de incidencia en el norte y occidente del país y menores en el sur.

Esta investigación es la primera que considera el origen genético de los ancestros de las poblaciones mestizas, variante importante en los patrones de riesgo según la región. Las mujeres del norte de México presentan mayor riesgo que las del centro o las del sur, debido a que en esas poblaciones predomina el origen europeo que incidió durante la conquista de nuestro país.

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El trabajo de los investigadores de la UADY también permitirá evaluar cómo los antecedentes genéticos influyen en la respuesta a los tratamientos oncológicos. “En mujeres que ya presentan cáncer se podría inferir la respuesta a su tratamiento y con ello mejorar las expectativas de vida”, aseguró.

Perfil genético

El doctor Rubí Castellanos también explicó que actualmente existen en México paquetes o kits que tratan de evaluar la respuesta de la mujer mexicana a los tratamientos contra el cáncer. Sin embargo, estos paquetes están diseñados para otros grupos poblacionales, principalmente europeos. Por ello, el tratamiento puede ser inadecuado y presentar efectos adversos.  

“Si en nuestro estudio encontramos diferencia genética, estaremos corroborando que esos paquetes no se pueden extrapolar a nuestra población. Además, podremos dar el primer paso para sugerir un panel específico para la mujer mexicana que nos permita evaluar mejor la respuesta al tratamiento contra el cáncer de mama”, informó Rodrigo Rubí Castellanos, quien tiene el doctorado en Genética.

La investigación se realiza a partir de una muestra de sangre en la cual se estudia el ADN (ácido desoxirribonucleico) o material genético de las mujeres.

Actualmente, el equipo de investigadores tiene colaboraciones con el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), sede Yucatán; Hospital Doctor Agustín O’Horán, de la Secretaría de Salud del Estado de Yucatán; el Instituto Jalisciense de Cancerología, y la Universidad de Guadalajara (U. de G.).

Dentro de los objetivos de este trabajo también está determinar la influencia de la obesidad y la diabetes como factores primordiales de riesgo en mujeres con predisposición genética a cáncer de mama.

El antecedente genético agravado con la obesidad y la diabetes son elementos que están evaluando de forma integral.

“Existe un triángulo nocivo porque todas las mujeres que presentan obesidad tienen un desajuste hormonal provocado por el tejido adiposo (graso) y dentro de éste la resistencia a la insulina contribuye a incrementar el riesgo de desarrollar diabetes. De esta forma, el desbalance hormonal, y mediado por estrógenos, puede predisponer a cáncer de mama. También estamos trabajando sobre esta línea de investigación”, expresó el doctor.

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Por otro lado, la técnica con la que actualmente se realiza la mamografía presenta ciertas limitaciones, debido a que influye el contenido de tejido graso que presenta la mama; si es mucho, ese estudio no es el mejor. Desde el punto de vista genético, lo que se busca es superar esa limitación.   

En el trabajo multidisciplinario participan genetistas clínicos y biomédicos, oncólogos, histopatólogos, ginecólogos, médicos, químicos y trabajadores sociales. Actualmente están preparando los manuscritos para su posterior publicación y dar a conocer los avances de estos trabajos.

El cáncer de mama, en lo general, es una patología que no da problemas y cuando la mujer presenta síntomas es porque la enfermedad se encuentra en etapas avanzadas. Por ello, es importante una cultura de diagnóstico oportuno.

Los especialistas de la UADY buscan que el biomarcador le indique al personal médico sobre la predisposición genética de una mujer mexicana a desarrollar cáncer de mama. “Dentro de los propósitos de esta herramienta está el diagnóstico oportuno y tratamiento personalizado, lo que aumenta la probabilidad de éxito en la salud de la paciente”, concluyó el doctor Rodrigo Rubí Castellanos.

El proyecto cuenta con financiamiento a través del Fondo Sectorial de Investigación en Salud y Seguridad Social del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt).

 

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