Las víctimas colaterales de la deportación
Por Carmen Báez
Ciudad de México. 28 de noviembre de 2018 (Agencia Informativa Conacyt).- La tranquilidad en que Nadia Gutiérrez y su familia vivían en una zona residencial de Dallas, Texas, terminó una noche de agosto. Mientras ella dormía, un oficial del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas irrumpió en su hogar y arrestó a su padre. Los ruidos del suceso la despertaron y asustada corrió a la recámara de su hermanito. Ambos menores, entre lágrimas, fueron testigos involuntarios del violento arresto de su padre.
Nadia de nueve y su hermano de siete años son ciudadanos norteamericanos hijos de padres no autorizados, comúnmente llamados "indocumentados" en el discurso político. Junto a su madre, los niños tuvieron que trasladarse al estado de Hidalgo, en México, por miedo a ser separados de su progenitora. Su padre permanece en Estados Unidos mientras espera la resolución de su caso frente a un juez. En ese país, ser inmigrante indocumentado implica severos castigos que van desde deportación a meses o años de cárcel, y varían para cada caso.