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Celebran Noche de las Estrellas en Puebla


Por Dalia Patiño González

San Andrés Cholula, Puebla. 5 de diciembre de 2016 (Agencia Informativa Conacyt).- Mirar el cielo de forma diferente, conocer las estrellas, el nombre de las constelaciones, los cráteres de la luna y entender lo que se pierde con la contaminación lumínica fue parte de las experiencias que vivieron cientos de familias poblanas en el evento de divulgación científica más grande de Latinoamérica. La Noche de las Estrellas se realizó este sábado 3 en la explanada del Complejo Deportivo Quetzalcóatl, afuera de la zona arqueológica en San Andrés Cholula.

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La Noche de las Estrellas fue celebrada en Puebla en 13 sedes, entre ellas, Tepeaca, Atlixco, Ciudad Serdán, Tepetzala, Tlatlauquitepec, Trinidad Tepango, Zacapoaxtla, Tianguismanalco, así como las comunidades de Tepexoxuca, Tatoxcac y Zaragoza en Ixtacamaxtitlán, con una asistencia total estimada en 30 mil personas.

De manera simultánea, la Noche de las Estrellas también tuvo sedes en más de 90 ciudades en todo el país y fue un evento apoyado por unas 200 instituciones, como el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), el Instituto Nacional de Astrofísica, Óptica y Electrónica (INAOE), además de universidades públicas y privadas.

Las carpas de la ciencia

En San Andrés Cholula, desde las 18 horas, unos 200 telescopios fueron colocados por docentes, estudiantes y aficionados que se han sumado durante varios años a esta fiesta astronómica, que en su octava edición tuvo el lema: “Menos focos más estrellas, en busca del cielo perdido”.

A pesar de que la noche aún no caía, las más de 20 carpas temáticas con actividades de divulgación científica ya registraban constantes visitas. Niños, adultos y jóvenes igual se amontonaban sobre una plataforma para escuchar a un científico hablando del Gran Telescopio Milimétrico (GTM) que para observar los drones en acción, mientras un estudiante de electrónica explicaba su funcionamiento.

1 Noche estrella Puebla11 0516Los niños más pequeños eran entretenidos por cuentacuentos, otros más, observaban libros llenos de color y figuras, mientras una tallerista les leía historias.

La carpa de Química mágica llamó la atención de asistentes de todas las edades, que curiosos escuchaban la explicación sobre las moléculas. Palillos de dientes y plastilina fueron el material idóneo para recrear lo que entendieron.

Papel, tijeras, pegamento, colores, popotes, ligas, estambres, agua, gomas, cartón, figuras, números, tablas, permitieron crear modelos a escala de satélites, el disco de Newton, las constelaciones zodiacales, composiciones moleculares, fases de la luna, un generador de imanes, observar el agua como combustible, conocer la anatomía humana, el cubo loco, el funcionamiento de un robot o jugar con números. La ciencia entretenía a todos mientras llegaban las estrellas.

Pegaso y Andrómeda

Las filas para pasar en grupos de 10 personas parecían interminables, pero las familias esperaban pacientemente su turno para ser recibidos por el instructor.

La luna en su cuarto creciente dejaba ver sus bordes y casi como un objeto cercano su textura rocosa se hizo visible a través de una lente. Orión, el cazador, fue señalado con un puntero láser, mientras explicaban su ubicación y perfilaban sus puntos. Venus, brillante, dejaba asombrados a quienes no sabían que era un planeta y la confundían con una estrella. Marte, más discreto, dejaba verse con un tenue destello rojizo. Todos disfrutaron de Pegaso, de Andrómeda, de las estrellas que se pudieron observar. Todos tenían preguntas.

“Siempre hemos tenido mucho éxito con la Noche de las Estrellas. Por eso desde el primer evento que se hizo hay siempre decenas de miles de personas que llegan. Siempre se forman colas inmensas para ver con los telescopios. Creo que los fenómenos del cielo despiertan mucha curiosidad. Por eso nosotros intentamos acompañarlos y contestar las dudas, además de dar información científica del trabajo que estamos realizando aquí en México para difundir la importancia no solo de observar porque está bonito, sino de entender qué está pasando”, comenta para la Agencia Informativa Conacyt, el doctor Emanuele Bertone, investigador de la Coordinación de Astrofísica del INAOE.

“Siempre me he quedado por años hablando horas y horas con la gente que tiene dudas. En algunos eventos te encuentras con gente que ya tiene la pasión por esto y se ha informado más; hacen preguntas sobre los 1 Noche estrella Puebla12agujeros negros y la evolución del universo, entonces puedes discutir la teoría del Big Bang y otros fenómenos. Pero también hay quien habla y pregunta sobre lo que acaban de escuchar en la televisión. En general, algo que también despierta mucha curiosidad es la búsqueda de vida en otros planetas”.

Las experiencias

Rafael Peralta Armas es profesor jubilado y desde hace algunos años contribuye prestando su telescopio y explicando a los asistentes las constelaciones que se pueden observar.

“Por la contaminación lumínica que hay en este momento no se pueden ver más constelaciones. En general, a mí me gusta participar porque como fui docente me interesó hacer llegar la ciencia a la gente. Este tipo de eventos me parece muy importante porque personas de todas las edades se acercan a lo que es un instrumento de tipo científico (el telescopio) y cambia totalmente la visión de la noche. Mientras tengan más información científica, tendrán mejor percepción de su entorno y eso me parece muy importante”.

Al igual que Rafael Peralta, Ian Colina tiene un gusto especial por la ciencia y por observar el cielo nocturno y más después de participar en un taller donde aprendió a construir su propio telescopio, como parte del programa Aula Universo, impulsado por la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP) en escuelas de nivel medio superior.

“Armamos nuestro telescopio entre varios compañeros. Ahora ya tenemos dos telescopios en la escuela —Instituto México— y los materiales que utilizamos fueron espejos, uno cóncavo, además del cilindro de madera y otros instrumentos que nos dio la BUAP. Para mí está muy bien compartir el telescopio con la gente. Ver la luna es algo muy padre, así como la observación solar. Es una experiencia muy bonita”.

 

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