Alexander Fleming

Por Ana Luisa Guerrero

Alexander Fleming dedicó su vida a la investigación de las defensas del cuerpo humano contra las infecciones bacterianas. Ello lo llevó al descubrimiento de la enzima antimicrobiana lisozima y a observar los efectos antibióticos de la lisozima penicilina a partir del hongo penicillium chrysogenum.

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En la ciudad de México, en la delegación Iztacalco, una calle lleva el nombre del científico inglés que hizo una de las mayores contribuciones a la medicina.

Nació el 6 de agosto de 1881 en Lochfield, Gran Bretaña, en una familia campesina recibiendo una educación elemental y que completó con dos cursos en el Polytechnic Institute de Regent Street en Londres con apoyo de un hermanastro que ejercía como médico.

A los 20 años comenzó sus estudios de medicina y obtuvo una beca en el St. Mary’s Hospital Medical School de Paddington, en 1906 formó parte del equipo del bacteriólogo Almoroth Wright.

En 1922 descubrió la lisozima cuando demostró que la secreción nasal poseía la facultad de disolver determinados tipos de bacterias, ello debido a esa enzima que está presente en muchos de los tejidos corporales, aunque con actividad restringida.

La importancia de este descubrimiento muestra que existen sustancias inofensivas para las células del organismo pero que son letales para las bacterias.

En el caso de la penicilina su descubrimiento fue por casualidad. En septiembre de 1928 estudiaba las mutaciones de colonias de estafilococos y comprobó que uno de los cultivos en una caja de Petri fue contaminado accidentalmente por un microorganismo proveniente del aire del exterior, formando un hongo que identificó como Penicillium notatum.

A través de las observaciones del cultivo observó que alrededor de la zona inicial contaminada los estafilococos se hicieron transparentes, lo cual interpretó como el efecto de una sustancia antibacteriana segregada por el hongo.

Realizó diversos experimentos para comprobar la actividad antibacteriana en una amplia gama de bacterias patógenas, e incluso inyectando el cultivo en ratones y conejos.

Publicó sus resultados en el British Journal of Experimental Pathology en 1929, pero a comunidad científica los desestimó pues consideraba que la penicilina sólo sería útil sólo para infecciones menores.

No obstante, despertó el interés de científicos estadounidense durante la Segunda Guerra Mundial, mientras que en Inglaterra se realizaron métodos para purificar la penicilina a cargo de los químicos Ernest Boris Chain (australiano) y Howard Walter Florey (alemán), logrando su síntesis y distribución comercial.

En 1942 se reconoció el aporte de Fleming cuando fue elegido miembro de la Royal Society y en 1945 compartió el Premio Nobel con Chain y Florey.

Murió el 11 de marzo de 1955 en Londres. 

 

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