Nydia Berrelleza, en busca de vocaciones científicas
Por Janneth Aldecoa
Culiacán, Sinaloa. 25 de julio de 2016 (Agencia Informativa Conacyt).- Para la ingeniera bioquímica, Nydia Berrelleza Garibaldi, ser asesora de jóvenes científicos es un compromiso similar a la paternidad, pues recae en ella la responsabilidad de instruir el crecimiento profesional de sus estudiantes.
La académica es coordinadora estatal del grupo de Apoyo a Sobresalientes del Estado de Sinaloa (Grupo ASES). Ha dedicado los últimos 24 años al acompañamiento académico de estudiantes de los niveles básico y medio superior. Es considerada una de las instructoras de científicos más exitosa de Sinaloa, debido a que la mayoría de sus asesorados obtiene los primeros lugares en ferias de ciencias en México y el mundo. La clave, señala, consiste en hacer equipo con los alumnos.
“Nunca hablo de mí. Es la primera vez. Casi siempre me toca estar detrás, viendo los triunfos de los muchachos, pero desde el otro lado”, comentó.
Hace más de dos décadas, recuerda, comenzó su trabajo en el Centro de Ciencias de Sinaloa (CCS). Asesoraba a estudiantes como parte del vínculo de dicho centro con el sector educativo. Lo hacía a través de actividades experimentales, trabajando la divulgación de la ciencia y la tecnología y temas específicos de ciencias.
“En 1994, comencé apoyando a jóvenes y desarrollando proyectos de investigación científica, pero era básicamente documental, es decir, los alumnos hacían una investigación bibliográfica exhaustiva de temas relacionados con el medio ambiente. Había foros en los que los chicos daban a conocer los resultados de sus investigaciones”, recordó.
Hace nueve años, tras la apertura del programa ASES en el CCS, comenzó la asesoría en proyectos de investigación de manera más formal. El proyecto buscaba brindar una atención integral a jóvenes sobresalientes.
Para Nydia Berrelleza es complicado mencionar cuántos jóvenes ha asesorado y en cuántos proyectos científicos ha participado. Solo acierta a mencionar que han sido muchos, en algunos como asesora formal, en otros ofreciendo su punto de vista, o bien integrándose a la asesoría en la parte metodológica.
“Los proyectos en los que he trabajado directamente, podríamos hablar de muchos, varios. Siete u ocho, tal vez más, además proyectos formales. Cada uno lleva muchos años. Estos han tenido mucho éxito a nivel internacional, han concursado en ferias de ciencias en Brasil y en otros países”, comentó.
De todos los alumnos que ha asesorado, recuerda, solo algunos han demostrado vocación para la investigación.
“Del montón, tal vez solo tres alumnos han encontrado su vocación, aunque, es un avance. Encontrar alumnos con vocación para la investigación no es fácil, pero si de 50 jóvenes tres se dieron cuenta que era su vocación, es una ganancia”, dijo.
Saberlo es fácil, considera, solo los estudiantes dispuestos a dar mucho de su tiempo a un proyecto es apenas una señal, resume.
“Cuando un área le interesa a un alumno, no hay día ni tiempo suficiente para trabajarlo”, advirtió.
Entre los estudiantes que recibieron asesoría de Nydia Berrelleza y que han destacado a nivel internacional se encuentra Guillermo Martínez, quien representó en dos ocasiones a México en Brasil.
Uno de los primeros momentos más entrañables de su carrera, recuerda la asesora, fue el primer logro de ese jovencito. Escucharlo gritar de emoción por teléfono al ganar una competencia nacional de ciencias fue el mayor reconocimiento que haya recibido hasta entonces.
“Las gratificaciones que he recibido no han sido económicas, han sido satisfacciones, como el momento en que los alumnos entran y te dan las gracias, o ver a un alumno participar en un internacional, o simplemente escuchar el grito: '¡Lo logré!'", exclamó.
Casos de éxito
Uno de los casos de éxito que ella menciona es el proyecto de Guillermo Martínez Mejora ambiental para la utilización de Luffa cylindrica (Luffa aegyptiaca), recibió múltiples reconocimientos. Consiste en un proyecto de educación ambiental para la eliminación de la esponja sintética y la promoción del uso de la Luffa o estropajo natural, demostrando que esta permite la eliminación de células muertas y ayuda a la piel. Para ello, estudiante y asesora realizaron múltiples estudios de biodegradabilidad.
Otro caso de éxito es el de la estudiante Gema Gálvez Gamboa. Su proyecto es sobre la utilización de la sustancia química higuerilla para combatir un hongo del tomate.
“Este tiene tres años de trabajo. Hace una propuesta como una alternativa para disminuir o eliminar un hongo del tomate. Esta es una propuesta muy buena. Hasta el momento no hemos encontrado una propuesta similar que le haga competencia. La higuerilla (Risinus communis) para combatir el hongo (Bacillus subtilis) en el tomate”, dijo.
Berrelleza Garibaldi considera que ese proyecto trascenderá en una investigación de importancia, pues no existe aún una investigación sobre el tema.
"He detectado que mis alumnos se perfilan para estudiar una carrera en el área ambiental, o a buscar una alternativa de solución a problemas de ese tipo. La mayoría de los chicos que asesoro van a biotecnología, ciencias ambientales, ingeniería bioquímica", comentó.
Sin embargo, no todos los estudiantes toman su ejemplo al elegir una carrera profesional. Guillermo Martínez, por ejemplo, decidió cursar la licenciatura en relaciones internacionales, en la Universidad Autónoma de Sinaloa.
“Son jóvenes que se comprometen con la ciencia, con sus proyectos, pero no siempre se dedican a la investigación. Aprenden a reconocer perfectamente qué les gusta y qué no, y quiénes se dedicarán a la investigación”, dijo.
La clave
Pese a que la académica es considerada garantía de éxito en las asesorías que brinda a estudiantes, señala que todo depende del empeño de los jóvenes.
“No puedo decir que la mayoría de los proyectos de investigación que he dirigido ha ganado. Esto depende del alumno. Hay estudiantes que están más preparados para llegar al éxito antes que otros. Hay alumnos que deciden poner más empeño que otros. El talento existe, pero hablamos de muchachos adolescentes y que en algún momento priorizan otras cosas”.
Aporta, comentó, lo que sus asesorados exigen. “Soy una asesora exigente. Guío al estudiante a que poco a poco se involucre, investigue y haga una exhaustiva del tema. Los envío a los bancos de información reconocidos. Comienza a indagar, a investigar y se apropia de la situación problema hasta dominar las alternativas o propuestas que ya hizo alguien más. Una vez que lo hizo, entonces buscamos una alternativa de solución a ese problema en los diferentes escenarios que tiene. Es un proyecto largo, un largo proceso de investigación”, destacó.
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Ing. Nydia E. Berrelleza Garibaldi Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo. |
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