La medicina en la era de la genómica
Boletín de prensa
5360/2017
Ciudad de México. 22 de mayo de 2017 (Agencia Informativa Conacyt).- En el año 1990, se inició el Proyecto Genoma Humano, cuyo objetivo básico fue secuenciar la información genética de la especie humana, y en 2003 se obtuvo la primera secuencia genética de un individuo humano. A partir de ese logro, la medicina se ha visto beneficiada al usar esta nueva información sobre la constitución de nuestra especie.
Con el paso de los años y del avance en la ciencia y tecnología, hoy en día ya no es imprescindible el enorme trabajo que fue necesario para mapear esa primera secuencia de ácido desoxirribonucleico (ADN). Gracias a la disminución de costos en los procedimientos, actualmente es posible obtener un mapeo de los propios genes por dos mil dólares.
“Todo el mundo tiene un montón de variantes genéticas (...) Es lo que nos concede las características de cada uno y la susceptibilidad a ciertas condiciones”, comentó la doctora Alessandra Carnevale Cantoni, investigadora del Instituto Nacional de Medicina Genómica (Inmegen), durante la mesa titulada La medicina en la era de la genómica, como parte del ciclo de conferencias científicas organizadas por el Instituto Italiano de Cultura (IIC) en la Ciudad de México.
Explicó que a pesar de que compartimos un 99.99 por ciento de información genética con las personas de todo el mundo, existen entre cuatro y cinco millones de variantes que nos hacen ser diferentes entre nosotros. Estas variantes nos proporcionan individualidad, pues definen nuestros rasgos, altura, tonalidad de piel, etcétera, además de que pueden ser responsables de que desarrollemos, o no, varias enfermedades.