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La ciencia se hace presente en niños y jóvenes de Morelos


Por Carmen Báez

Cuernavaca, Morelos. 3 de mayo de 2017 (Agencia Informativa Conacyt).- Desde muy temprano, el 26 y 27 de abril en Cuernavaca, Morelos, cientos de niños, niñas y jóvenes de primaria, secundaria y preparatoria o bachillerato se congregaron en las instalaciones del Centro Universitario Anglo Mexicano para participar en la vigésima octava edición del Congreso de Investigación CUAM-Acmor

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La actividad, que se organiza desde hace 28 años en el Centro Universitario Anglo Mexicano (CUAM) en colaboración con la Academia de Ciencias de Morelos (Acmor), es un proyecto único en su tipo producto de la iniciativa y convicción de la maestra en educación Alma Irma Ayala López. En 1989 surgió la primera edición como un espacio para que estudiantes del CUAM pudieran desarrollar investigación y compartirlo con la comunidad estudiantil.

Hoy, este foro reúne anualmente a cientos de estudiantes de escuelas públicas y privadas de diferentes partes de la república, quienes exponen durante cinco minutos los resultados de sus investigaciones de carácter experimental, social, de campo, desarrollo tecnológico —producto de un año de trabajo y esfuerzo—, frente a personajes destacados de la ciencia, muchos de ellos pertenecientes al Sistema Nacional de Investigadores (SNI) y miembros de la Acmor.

En el primer día de actividades, además de llevarse a cabo mesas redondas y conferencias a cargo de invitados especiales, los estudiantes presentaron sus proyectos de investigación a alumnos de licenciatura y posgrado de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), campus Morelos, como una preparación previa al segundo día de actividades donde el nerviosismo, pero también las ganas de comunicar los resultados de sus investigaciones y experimentos, se hacen presentes al ser evaluados por los investigadores.

Para Quetzalcóatl Cebada García, estudiante de la Preparatoria Federal por Cooperación Andrés Quintana Roo, es la primera vez que asiste a un evento de este tipo y expresó que la experiencia es enriquecedora.

“Asistir es una experiencia que me llena en algo, este tipo de eventos llega a complementar o mostrar investigaciones que no sabíamos que podrían existir, o bien que no se nos habrían ocurrido. Por otro lado, la relevancia de nuestro proyecto es para mejorar un poco la economía de los campesinos y para que su producción sea más eficiente”, compartió. 

Junto a sus compañeros Erich Campos Hernández y Andrés Padilla Rivas presentó “Acción repelente de extractos vegetales contra Sitophilus zeamais”, trabajo que obtuvo el primer lugar en la categoría Ciencias Biológicas, Químicas y de la Salud, y que consistió en evaluar extractos naturales como repelentes contra la plaga de cultivo y almacenamiento del maíz.

Para su compañero Andrés Padilla Rivas, el congreso es un evento importante porque se presentan proyectos interesantes con un futuro prometedor. “Los jóvenes y niños de primaria se familiarizan con este tipo de eventos y agarran gusto por la ciencia, y en las próximas ediciones vienen sin que un profesor se los pida; me agrada la idea de que los jóvenes abran camino a la ciencia”, agrega.

1 joven0305Aun cuando estos tres jóvenes que cursan el último semestre de preparatoria no optarán por seguir los pasos de una carrera científica, aseguran que la experiencia de asistir a un congreso de investigación fue única, pues les permitió aprender el método científico. “Trabajar en proyectos de investigación es importante, aprendemos y descubrimos cosas nuevas que pueden ayudar a otras personas”, expresa Quetzalcóatl Cebada García.

Cuando la ciencia no tiene límites

Enrique Galindo Fentanes, investigador del Instituto de Biotecnología de la UNAM y Premio Nacional de Ciencias y Artes 2016, ha participado en este congreso desde hace 20 años. Como evaluador de proyectos de la edición número 28 del congreso, describe el evento como una fiesta científica en la que se presentan trabajos destacables. “Lo disfruto enormemente y es que hay historias extraordinarias y muy significativas detrás de cada proyecto”.

Tal es el caso del trabajo de investigación que este año recibió mención honorífica en la categoría Ciencias Biológicas, Químicas y de la Salud: “Detección de enfermedades de peces de agua dulce (en Cuentepec) ocasionadas por parásitos”, a cargo de Vanessa Hernández Nava, María Fernández Nava Olivares y Lizbeth Nava Sierra, alumnas del Colegio de Bachilleres EMSAD 2, ubicado en Cuentepec, una de las comunidades indígenas más pobres del estado de Morelos.

“No se premia el esfuerzo, se premia el trabajo, no importa si los integrantes provienen de escuelas privadas o públicas, como es el caso de una escuela de Cuentepec, Morelos, que ni escuela tienen. Las alumnas presentaron un trabajo que hicieron en un carrito como de salchichas, ahí se colocaron las laminillas y un estereomicroscopio, y ahí los alumnos hicieron las disecciones de los pescados, en el interior de una sala de cómputo de una secundaria con la que comparten instalaciones”, revela.

El doctor Galindo Fentanes reconoce que aun con las limitaciones económicas y la falta de instalaciones presentes, los jóvenes estudiantes del Cobaem EMSAD 2 se muestran entusiastas en participar, principalmente con proyectos relacionados con su comunidad.

Incorporación del método científico en la educación básica

El congreso no solo juega un papel importante en la motivación para el aprendizaje científico en los niños y jóvenes, también en las autoridades de los planteles educativos que participan.

De acuerdo con Abelardo Cuéllar Viguera, director del Instituto Mexicano Madero del estado de Puebla, espacios como el Congreso de Investigación CUAM-Acmor motiva a las instituciones a incluir el método científico en sus planes de estudio.

“La ciencia a veces no es a lo que apuestan las instituciones académicas nivel básico o medio; sin embargo, los niños se reconocen como personas capaces de aportar una nueva idea y solucionar un problema, a pesar de su corta edad. En nuestra institución nos planteamos obedecer el método científico y participar bajo ese esquema. Llegar a este tipo de escenarios hace que los alumnos vean que hay chicos como ellos interesados en la ciencia y que no están solos en esta posición del conocimiento”, comenta.

Con él coincide Freddy Pineda, médico cirujano y docente del Centro Educativo Cruz Azul de Oaxaca, pues asegura que a través de la ciencia la institución de la que forma parte busca tener un sello particular.

1 chicos0305Erich, Andrés Isai y Quetzalcóalt, de la preparatoria "Andrés Quintana Roo".“En la ciencia hemos encontrado una oportunidad. Tenemos un departamento exclusivo para la investigación donde los alumnos desarrollan proyectos de investigación basados primordialmente en ayudar a resolver los fenómenos sociales, naturales, políticos, ambientales que aquejan primeramente a la comunidad, al Istmo de Tehuantepec, Oaxaca y a México".

El académico destaca que motivar el pensamiento crítico y la creatividad a partir de iniciativas como el Congreso de Investigación permite a los participantes adquirir experiencia y amor por la investigación y la innovación.

“De alguna manera, los alumnos de nivel secundaria y bachillerato están motivados y exponen sus proyectos de investigación que durante un año escolar completo realizan en nuestro centro educativo y, posteriormente, vienen a demostrar el resultado de ello en este congreso”, agregó el académico del Centro Educativo Cruz Azul de Oaxaca, que participa en este evento desde hace 10 años.

Para Rocío Aguilar, catedrática en el área de ciencias en el Instituto Mexicano Madero, Puebla, y asesora de proyectos presentes en el congreso, una influencia destacable detrás de cada trabajo es la participación de profesores y asesores. “A partir de lo que cada uno enseña desde su trinchera, buscamos que los niños sean excelentes. Ver ese gran apoyo de todos los maestros permite a los niños sentirse seguros y pararse frente a investigadores destacados a exponer sus trabajos y competir contra otros. Para nosotros, es un compromiso que los estudiantes vean que la ciencia también es divertida, además de hacerles saber que con ella pueden aportar a la humanidad”.

Temas de investigación: reflejo de los problemas contemporáneos

Beatriz Eugenia Carrillo Acuña, maestra en humanidades por la Universidad Autónoma del Estado de Morelos, ha participado como evaluadora en el área de Ciencias Sociales desde hace varios años. Describe los proyectos presentados como resultado de las principales inquietudes de los participantes. Reconoce que la incorporación de las ciencias sociales a este tipo de congresos es una acción acertada, pues en México aún es limitada la investigación en esta área.

“En general, la formación en el área de las ciencias sociales es un poco débil. Me parece que los muchachos están muy preocupados por su entorno, sus proyectos reflejan los problemas sociales contemporáneos. Particularmente en este congreso se presentan temas sobre violencia, sociedad, salud mental, problemas que se ve les están preocupando y es digno de escucharlo. Ellos son como un termómetro de la situación social que estamos viviendo”, comparte.

Después de dos jornadas de congreso, la algarabía se hace presente durante la ceremonia de premiación de los proyectos: aplausos y gritos de apoyo son el reconocimiento a los trabajos de investigación.

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