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Gilberto Herrera Ruiz: científico comprometido con México

Por Israel Pérez Valencia

Santiago de Querétaro, Querétaro. 27 de junio de 2016 (Agencia Informativa Conacyt).- Convencido de que el desarrollo de la ciencia y la tecnología son motores de desarrollo nacional, Gilberto Herrera Ruiz ha impulsado ese enfoque en su trayectoria como estudiante, profesor, investigador, director de la Facultad de Ingeniería y actualmente como rector de la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ).

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En entrevista con la Agencia Informativa Conacyt, Herrera Ruiz compartió los proyectos desarrollados en su trayectoria profesional, sus logros y su percepción respecto a la necesidad de que en México se apoye la ciencia y tecnología en los sectores público y privado, para la resolución de los grandes problemas nacionales.

Agencia Informativa Conacyt (AIC): ¿Qué puede compartirnos respecto a su formación académica?

Gilberto Herrera Ruiz (GHR): Yo tengo la formación de ingeniero en sistemas electrónicos, maestría en ingeniería eléctrica, doctorado en ingeniería mecánica y un posdoctorado en manufactura avanzada. En aquellos tiempos, finales de los ochenta, México se abrió a la competencia global; teníamos una gran industria mexicana proveniente de maquinaria vieja de los Estados Unidos lo que no nos hacía competitivos; yo trabajé en el desarrollo de un control numérico que permitiera modernizar esa maquinaria vieja, actualizarla y que no se tuviera que tirar esa inversión.

Sabiendo que el país que se dedicaba a todo lo que tenía que ver con control numérico era Hungría, tuve la oportunidad de acceder a una beca por parte del gobierno húngaro, el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) y el Banco de México. En ese país trabajé en el control numérico para máquinas y herramientas.

Asimismo, a raíz de una beca internacional posdoctorante de la Agencia Científica y Tecnológica Japonesa, apliqué con base en mi proyecto doctoral por lo que tuve la oportunidad de trabajar en un proyecto en el Instituto de Ingeniería Mecánica en Tsukuba, Japón, para hacer celdas de manufactura inteligentes que pudieran detectar fallas, autocorregirse (...) y reducir el trabajo de los operadores. Esa beca no la había logrado ningún mexicano.

Con ese proyecto y el apoyo de mi asesor, el doctor Kazuo Mori, quien es un destacado investigador en esa área, ganamos un premio de innovación tecnológica en máquinas y herramientas, que es muy prestigiado en Japón. Eso me abrió las puertas para ser profesor visitante allá.

AIC: Con esos logros en el extranjero, ¿por qué decide regresar a México?

GHR: Mis padres siempre me enseñaron que había que hacer algo por este país, por lo tanto, asumí el compromiso de traer a México ese conocimiento que adquirí, que fuera provechoso en ese sentido; efectivamente se sacrificaron salarios y comodidades que se tienen en los países desarrollados, pero el gusto de estar en mi país con el sentimiento de que se está haciendo algo importante, nadie te lo quita. En estos 20 años de haber regresado nunca me he arrepentido.

AIC: ¿Es entonces cuando se incorpora a la Universidad Autónoma de Querétaro?

GHR: Yo entro a la UAQ gracias al apoyo del entonces secretario académico Salvador Lecona Uribe, quien hace los acuerdos directamente con el rector Alfredo Zepeda Garrido para incorporarme a la Facultad de Ingeniería como profesor investigador. Ahí comenzamos a desarrollar proyectos de máquinas y herramientas, además de los invernaderos en el campus Amazcala.

Antes de regresar de Japón tuve también la oportunidad de hacer una estancia académica en Holanda, donde adquirí esos conocimientos. Ya como director de la Facultad de Ingeniería abrimos dos áreas, la de mecatrónica y la de biosistemas o “biotrónica”, que tiene que ver con invernaderos y cómo la tecnología se puede aplicar, precisamente, a mejorar la producción agrícola de este país y tomando como principio que la materia prima de toda planta es el sol.

Nuestro país dio origen al jitomate; yo me preguntaba cómo era posible que Holanda produjera 70 kilos por metro cuadrado y aquí producíamos 16, había que desarrollar una tecnología adecuada con nuestro clima. Empezamos trabajando un concepto en Amazcala de “cero desperdicio”. Cuando yo comía en casa de mi abuela, al terminar, ella me decía, “lleva esto al perro, esto a los pollos”, es decir, nada se tiraba; así debía de ser Amazcala. Empezamos a producir peces herbívoros (tilapias) y todo el desperdicio de los viveros iba a ellos; el desperdicio de los peces, que es orina y la defecación, la convertimos en abono para las plantas, es decir, una producción mixta donde todo se usa, a esta tecnología la llamamos “la milpa del siglo XXI”.

Por este proyecto nos otorgaron el Premio de Investigación de la Academia Mexicana de Ciencias (AMC) en el área de ingeniería y tecnología en el 2007. Ese premio no fue para mí, sino para los que participaron en todo el proyecto, la Facultad de Ingeniería y, por supuesto, para la UAQ.

AIC: Con este antecedente de lo logrado en la Facultad de Ingeniería, ¿qué tipo de iniciativas se llevaron a cabo ahora que es el rector de la UAQ?

Gilberto Herrera Ru3GHR: La idea es que la universidad la hagan los universitarios, no podemos nada más pedir dinero para comprar cosas de fuera, tenemos que construirla nosotros, empezar a hacer ahorros y que no se tirara nada aquí tampoco. Impulsamos a los universitarios a que produjeran biodiesel con el aceite quemado de las cafeterías para que fuera el combustible de nuestros autobuses, generamos el agua universitaria para consumo interno, creamos un pavimento permeable para la recolección de agua de lluvia, la generación de electricidad vía eólica y solar, entre otros proyectos, lo que nos permite ahorrar recursos que destinamos a becas. Tenemos un programa que destina más de 300 millones a los estudiantes en becas, es un número importante, y parte de los recursos proviene de esos ahorros.

Por otro lado, hay tres cuestiones básicas que sostienen la universidad, que son la docencia, la investigación y la vinculación. En ese sentido, la investigación debe solucionar los problemas del país, no solo en lo social sino también para reactivar la industria nacional. Estoy convencido que la universidad debe devolver a la sociedad lo mucho que nos da y convertirse en una fuente de soluciones a las problemáticas que enfrentamos.

Para desarrollar esa tecnología competitiva se requiere de buena docencia y un excelente nivel educativo en los alumnos. Necesitamos a nuestros estudiantes de posgrado inmersos en procesos de investigación y de tiempo completo, para ello requieren las becas que son otorgadas por el Conacyt. En ese sentido, tenemos más de mil estudiantes becados por Conacyt y hemos enfocado nuestros esfuerzos para incorporar nuestros posgrados al Programa Nacional de Posgrados de Calidad (PNPC).

Actualmente la UAQ está en el noveno lugar nacional en lo que se refiere a posgrados registrados ante el PNPC y tenemos 264 profesores reconocidos en el Sistema Nacional de Investigadores (SNI).

Yo creo que un país es subdesarrollado no por la cuestión económica sino por su incapacidad de resolver sus problemas. En el caso de México, se pueden resolver con ciencia, tecnología y conocimiento y, además, tiene que ser una tecnología de bajo costo, igual de buena que la que viene del extranjero y compatible con nuestra cultura.

 

Dr. Gilberto Herrera Ruiz

Rector de la Universidad Autónoma de Querétaro

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