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Ciencia entre tierra y nubes

Por Susana Paz

Santa María Tlahuitoltepec, Oaxaca. 12 de mayo de 2015 (Agencia Informativa Conacyt).- Tres horas de camino entre pronunciadas curvas de la sierra norte oaxaqueña. Tres horas de tránsito del abrasador calor de la ciudad central hacia el clima frío del bosque de encinos y pinos, a 2 mil 240 metros sobre el nivel del mar. Después, la llegada, el recibimiento, la música de la comunidad mixe inundó la tarde. Las tres horas de intrincado viaje habían valido la pena.reci1

reci“Rosalbita” fue la pieza que recibió el Segundo Encuentro Conocimientos, Ciencia y Tecnología en un México Multicultural, realizado en su tercer día en el pueblo mixe de Santa María Tlahuitoltepec, para su clausura. La regidora de Educación, Cultura y Deporte del municipio, Carmelitana Vázquez Pérez, había afirmado que la presencia de este encuentro en la comunidad era importante porque la ciencia y la tecnología existen en el conocimiento tradicional de todas las comunidades.

Y el recibimiento no pudo ser mejor. La banda intermedia del Centro de Capacitación Musical y Desarrollo de la Cultura Mixe (Cecam), proyecto de educación musical emblemático, de gran trayectoria y trabajo constante en las comunidades indígenas de la región y de todo el estado, recibió con música a los investigadores, científicos y participantes del encuentro para las conferencias finales que culminarían con la observación del cielo mixe y la participación de la comunidad en diversas actividades.

La directora general del Consejo de Ciencia y Tecnología del Estado de Tabasco, Mirna Cecilia Villanueva Guevara, impartió la conferencia denominada El amor es una cuestión de ciencia, donde abordó los preceptos científicos que explican el fenómeno del amor en el ser humano. Las risas de los jóvenes y asistentes fueron generalizadas.

El investigador del Instituto Nacional de Astrofísica, Óptica y Electrónica (INAOE) –que pertenece al Sistema de Centros Públicos de Investigación  del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt)– y director científico del Gran Telescopio Milimétrico (GTM), reci2Miguel Chávez Dagostino, dictó la última conferencia sobre el trabajo que se realiza en el GTM desde el volcán Sierra Negra, en Puebla.

El GTM, recordó Chávez Dagostino, representa el instrumento científico más grande y complejo construido en México y es el telescopio de plato único y movible diseñado para hacer observaciones astronómicas en longitudes de onda de 0.85 a cuatro milímetros.

Para finalizar, se realizó una mesa de diálogo sobre observación del cielo entre representantes de las culturas mixe y seri, y se reflexionó acerca de la importancia del conocimiento astronómico que poseen las culturas originarias de México y la relación que guardan con la ciencia.

Niños, jóvenes y adultos pudieron observar en lo más alto del Cecam algunas constelaciones como la del León, Escorpión, Libra y planetas como Júpiter, con los cinco telescopios que el Consejo Oaxaqueño de Ciencia y Tecnología instaló para la observación de las estrellas bajo el cielo mixe.

El lugar de la música

En las instalaciones del Cecam, los niños corren entre los pasillos y las laderas. A punto de caer la noche, las montañas y los cerros inundan la vista. A lo lejos se escucha el sonido de una flauta transversal y de un corno francés. Los alumnos de esta escuela ensayan sus instrumentos desde que amanece hasta que la ausencia de luz desdibuja las montañas.

A punto de cumplir 38 años de trayectoria, en la institución actualmente se imparten clases a alrededor de 200 niños y jóvenes, y también se ofrece alojamiento a aquellos que vienen de regiones más lejanas. Para su director general, Víctor Sabino Martínez Rivera, se trata de un proyecto basado en la educación musical para alimentar las tradiciones de las diferentes regiones del estado de Oaxaca. No obstante, todos los éxitos que han tenido en su trayectoria presentan muchas deficiencias económicas y de infraestructura, que tienen que sobrellevar y enfrentar para mantener la escuela.

“Las actividades que hacemos están ligadas a la tradición de la música de los pueblos. En este caso, recibimos los temas de ciencia y tecnología como complemento de la formación de los alumnos”, expresó el director.

El físico Noboru Takeuchi, investigador del Centro de Nanociencias y Nanotecnologías de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), y gran impulsor de este segundo encuentro, en conjunto con la Biblioteca de Investigación Juan de Córdova, parece familiarizado con el entorno; rec izqsu amplio trabajo en el tema lo ha llevado a presentar en este mismo lugar, en 2013, el libro de nanotecnología traducido a lengua mixe denominado Ja nanociencia jits ja nanotecnología.

Después de tres días de actividades, los principales objetivos del encuentro –llevar los temas de la ciencia a las lenguas indígenas, pero también rescatar y saber sobre los conocimientos de las diferentes comunidades– se han cumplido. La madrugada cae, y ante la imposibilidad de dormir, solamente se escucha la música a lo lejos. Son las cinco de la mañana, y en todo Santa María Tlahuitoltepec suenan las mañanitas. Las numerosas bandas musicales inician la tradicional celebración del Día de las Madres. La música inunda el pueblo; el sabor del café y el pan. La ciencia entre tierra y nubes. En el "Lugar frío", Ayuujk jaay, el viaje ha valido la pena. 

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