Vida por y para la ciencia

Por Ameyalli Villafán

"El motivo de mi vida fue la biología y las cactáceas. Dediqué casi 100 años de mi vida a mi ciencia preciosa. Gracias a ella vivimos, gracias a ella conocemos la naturaleza de la que somos parte"
Doctora Helia Bravo Hollis (1901-2001)

Primera bióloga mexicana titulada, pionera en el estudio de la botánica en México y cofundadora del Jardín Botánico de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y de la Sociedad Mexicana de Cactología.

"Trabajar, trabajar y trabajar por la biología, ese es mi secreto para llegar a los 100 años.”

Helia Bravo dedicó su vida al estudio de la taxonomía de las cactáceas mexicanas. Su obra abarca 160 publicaciones científicas, entre ellas, el libro Las cactáceas de México publicado en 1937. Este se reeditó en tres tomos con la colaboración de Hernando Sánchez Mejorada, también especialista en cactáceas.

Una de sus obras divulgativas más importantes es El interesante mundo de las cactáceas, la cual trabajó junto con la botánica brasileña Léia Scheinvar.

“Así ha sido mi vida; he hecho todo con amor, pasión y coraje; nunca he trabajado por un sueldo; todo ha sido por la investigación. Entregué mi vida a la UNAM, a mi ciencia, a mis compañeros y amigos. Cuando me toque la muerte será bien recibida; para mí es sólo una cuestión puramente biológica”.

Bravo Hollis recibió distintos reconocimientos gracias a su labor como científica y profesora. En 1980, la princesa Grace de Mónaco le otorgó el Cactus de Oro y en 1985 la UNAM la distinguió con el doctorado honoris causa y, cuatro años después, con el título de investigadora emérita.

 

Fuentes:

 



Agencia Informativa Conacyt

 

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