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Infección viral durante el embarazo y estrés agudo podrían condicionar el desarrollo de esquizofrenia

Por Lizbeth Serrano Gómora

embarazo01México D.F., a 7 de julio de 2014 (Agencia Informativa CONACYT).- De acuerdo con especialistas de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), Unidad Lerma, una infección viral durante el primer trimestre del embarazo y un ambiente de estrés agudo podrían condicionar que el nuevo ser desarrolle esquizofrenia en el transcurso de su adolescencia.

Esta conclusión se basa en los resultados arrojados de un estudio experimental con roedores, el cual consistió en infectar a hembras embarazadas con una molécula que la ratona madre identificó como un virus, esto con el objetivo de mantener un control de la infección y, mediante el aumento o disminución de la dosis, determinar en qué momento tiene efectos adversos en el feto.

Evidencia experimental y epidemiológica ha comprobado que la vida intrauterina puede programar el desarrollo de otras enfermedades como la osteoporosis, envejecimiento acelerado y cáncer.

Dicho estudio concluyó que el primer trimestre de vida intrauterina es el más sensible y vulnerable ante la aparición de una infección viral, generando una programación en el desarrollo neuronal del bebé.

El doctor Pacheco López, jefe del Departamento de Ciencias de la Salud de la UAM-Unidad Lerma, explicó que, cuando el sistema inmune de la ratona detectó la presencia de una molécula tipo viral,el roedor produjo una respuesta inmunológica y desprendió distintas citoquinas (moléculas que regulan la activación y proliferación de células), las cuales cruzaron la barrera placentaria y afectaron el desarrollo neuronal del feto.

Asimismo Pacheco López afirmó que durante la etapa perinatal existe una fase de programación para el bebé, la cual determinará cómo va a ser el sujeto, qué tan sensible será a estímulos ambientales y qué posibles enfermedades va a desarrollar en su vida. Dado que el sistema inmunológico de la madre contribuye en la programación del sistema nervioso del nuevo individuo, si éste sufre un episodio estresante agudo (pérdida del trabajo, separación de la pareja, entre otros) durante la adultez, podría presentar esquizofrenia.

La suma de ambos factores se le conoce como “teoría del doble golpe” que, de acuerdo con el doctor Pacheco, tanto la infección viral durante su vida intrauterina como una situación de estrés agudo en el individuo durante la adolescencia, lo podría predisponer a desarrollar dicho trastorno.

El especialista agregó que la programación de enfermedades no se limita a la esquizofrenia. Evidencia experimental y epidemiológica han comprobado que la vida intrauterina puede programar el desarrollo de otras enfermedades como la osteoporosis, envejecimiento acelerado y cáncer.

No obstante, si durante los primeros tres meses de gestación no se presenta una infección viral, no significa que la madre esté libre de contraer un virus. En este caso, para que la infección pudiera afectar al feto en otra etapa del embarazo tendría que ser más intensa.

Pacheco López advirtió que la “teoría del doble golpe” no necesariamente debe dar pie al desarrollo de trastornos conductuales como el autismo o de alguna otra enfermedad. Esto es porque el sistema nervioso no es rígido y, dado que la plasticidad neuronal permite que se corrijan o suplan funciones perdidas, padecer esquizofrenia, cuando se es adulto, no es cien por ciento predecible.

Hasta el momento, no se conocen terapias que prevengan o anticipen que un bebé pueda padecer esquizofrenia, si su madre tuvo una infección viral mientras lo gestaba. Sin embargo, es importante que su desarrollo neurológico no sea desatendido y, si durante la adolescencia presenta sintomatología propia de esquizofrenia, recurrir a un especialista para hacer un diagnóstico correcto y oportuno.

Un resultado más que arrojó el estudio va encaminado a la alteración de otros sistemas, como lo es el metabólico, ya que se logró identificar que los ratones expuestos a una infección viral en la misma etapa de gestación también manifiestan disfunciones metabólicas, que bien podrían inducirlo a desarrollar diabetes.

Algunas personas con esquizofrenia padecen diabetes y cuentan con adiposidad adicional que suele clasificarlos como obesos, situación que era atribuida al consumo de antisicóticos. Por lo tanto, se puede inferir que el sistema nervioso no es el único afectado, sino también la respuesta metabólica del sujeto y su manejo energético.

 



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